Luis XIV, el Rey Sol, encargó en 1676 la construcción de la iglesia del Dôme dentro del conjunto militar de Les Invalides (París, Francia). Su uso estaría reservado al rey y para acoger tumbas reales. Al morir Luis XIV se desechó la idea de enterrar a la familia real en el Dôme. En 1840 se trasladaron allí los restos de Napoleón y a partir de entonces se convirtió en un monumento para honrar a militares franceses ilustres.
En la imagen la tumba del mariscal Ferdinand Foch, realizada por el escultor Paul Landowski en 1937.
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